¡Hola! Muy probablemente leíste el título y te detuviste a contar, espero que el resultado haya sido positivo. Déjame explicarte con este post el por qué es tan importante sonreír y como dicha práctica tiene un enorme impacto en nuestro ser.
Sabías que mientras que los niños sonríen una media de 400 veces al día, tan solo un 33% de los adultos lo hace más de 20.
Sonreír es un hábito que nos provoca felicidad, y no sólo por el significado de la misma. Se ha comprobado que sonreír libera endorfinas, serotonina y otros analgésicos naturales que produce nuestro cuerpo. También se ha asociado la sonrisa a la reducción de los niveles de hormonas causantes del estrés (cortisol, adrenalina) y la disminución de la presión arterial; por lo que podría decirse que sonreír es casi un fármaco natural.
Por lo tanto, si deseas sentirte mejor día a día, sonreír más a menudo puede mejorar tu estado anímico, y lo mejor ¡no necesitas tener razones para hacerlo! Sí, así como leíste, algunos psicólogos recomendamos incrementar el número de veces en que sonríes diariamente, aun cuando no tengas razones ni haya nadie cerca, tal vez te preguntes, pero ¿cómo? o ¿para qué? Pues bien, de esta forma podemos “engañar” a nuestro cerebro y hacerlo creer que estamos contentos, liberando los neurotransmisores ya mencionados. Esto se debe a que nuestro maravilloso organismo cuenta con la capacidad de responder ante los estímulos de nuestro cuerpo, siendo ésta la base de la Risoterapia.
Desde hace ya varios años hospitales infantiles, centros geriátricos y oncológicos organizan todo tipo de actos recreativos para provocar la risa a los pacientes e incentivar su mejoría, ya que el acto de reír también oxigena los músculos y mejora el sistema inmunológico, hay quienes incluso afirman que ayuda a prolongar la juventud; además de ayudarte fácilmente a crear nuevos lazos y amistades, debido a que en cualquier parte del mundo, estés donde estés, una sonrisa siempre será un sinónimo de alegría y felicidad.
Así que ya lo sabes, ¡dale el mejor cuidado a tu sonrisa y ponla en práctica!
Psicóloga Marlene Rodriguez